jueves, 9 de noviembre de 2017

N Switch - The Legend of Zelda: Breath of the Wild

Hoy os traigo un juego del que seguro habéis oído hablar, el primero en conseguir que se vendan más copias del juego que de la plataforma para la que sale (manda huevos XD) y uno que estuvo durante algún que otro día como el mejor juego de la historia según Metacritic. Sí, os estoy hablando de The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

Historia: Somos Link, un chico que despierta en una especie de cápsula criogénica a un mundo que no conoce y sin recordar quién es ni cómo ha llegado allí. Un breve tutorial y alguna explicación después descubriremos que somos el elegido que luchó hace cien años contra el mal encarnado por Ganon.

Desde prácticamente el primer momento tenemos la opción de ir a por Ganon, pero la historia de lo que sucedió hace cien años y los recuerdos de Link están repartidos por un mundo bastante grande que pide a gritos ser explorado.

La trama, como podéis ver, es bastante sencilla, pero está contada con maestría, haciendo que los personajes de cierto calado (como los compañeros de Link en su aventura de hace cien años) sean realmente carismáticos y quieras seguir jugando para descubrir alguna cosa más.

Apartado Técnico: Esto va a ser difícil de comentar sin aclarar primero el tipo de máquina en la que corre el juego. A ver, Switch no deja de ser una portátil con la capacidad de conectarse a la televisión, lo que hace que valorar el juego y compararlo con lo que puede hacer un pc a día de hoy sea totalmente injusto.

Digamos que visualmente está por encima de lo que puede mostrar una PS3, pero por detrás de maravillas vistas en PS4 como Uncharted 4 o Horizon Zero Dawn.

Por suerte éste apartado técnico es más que suficiente para los días que corren. Tenemos un mundo bastante grande, repleto de detalles que están allí para el que quiera encontrarlos, con una distancia de dibujado más que aceptable y un framerate estable en modo portátil y que rasca a veces cuando enchufas la consola a la tele (ahora menos que cuando salió, por suerte).

Y el otro elemento que hace que la potencia bruta del juego sea algo secundario (sabiendo que está en unos niveles más que competentes) es el apartado artístico. A ver, es un juego hecho por Nintendo y tiene esa magia especial de las grandes producciones de ésta compañía japonesa. Los diseños de niveles, de enemigos, de personajes, el tamaño de algunos jefes y lo bien que encaja todo hacen que sea una delicia pasearse por el mundo que nos plantea.

En el apartado sonoro tenemos una auténtica joya, con pocos temas potentes, pero una banda sonora cuidada al milímetro que nos transporta a ese mundo agreste que debemos explorar.

Antes de cerrar el apartado técnico tengo que mencionar algo que hace tremendamente bien el juego y que debería ser obligatorio: las físicas están muy bien tratadas, siendo posible jugar con el fuego o la electricidad como no hemos visto antes. Aquí los árboles se pueden cortar, no están de mero adorno (y la hierba también), algo que requiere una serie de recursos que la compañía ha preferido emplear en esto en lugar de en meter más polígonos en pantalla. Yo lo prefiero, ya que llega a afectar incluso a la jugabilidad.

Jugabilidad: Breath of the Wild ofrece un amplio mundo para explorar, con algunas misiones secundarias, santuarios (mazmorras pequeñitas), templos (mazmorras grandes) y coleccionables como para aburrir. Y lo ofrece desde el momento en que terminamos el tutorial, con todos elementos jugables a nuestra disposición y pudiendo elegir qué queremos hacer.

Éste dejarnos el mundo para que hagamos lo que queramos encantará a los que disfruten de la exploración, del mirar qué puede haber tras esa colina y darse cuenta que hay nieve, que el frío te mata y no tienes ropa de abrigo… pero igual si llevas una antorcha puedes seguir adelante…

En fin, que la jugabilidad queda muy abierta, adaptándose a todo el mundo, desde el que quiere vivir sólo la historia principal hasta el que quiere explorar hasta el último rincón, descubriendo todos los secretos (que los hay, y muy chulos).

Y todo esto lo haremos con un control clásico, con la posibilidad de fijar enemigos y usar multitud de armas y escudos.

Hay que destacar que la dificultad de los enemigos es bastante alta, al menos hasta que conseguimos mejorar algo el equipo. Un reto en más de un momento.

Por último también hay que decir que las armas se rompen, y mucho. Es algo que obliga a buscar mejores armas y guardarlas para el momento adecuado, que está muy bien al principio, pero que llegados un punto acaba por ser engorroso.

En fin, un sandbox de verdad, de esos en los que hay que fijarse y no ir a piñón, o acabaréis con la sensación de que está vacío cuando es totalmente al contrario.

Opinión personal: Zelda Breath of the Wild es un juego que coge todo lo que hace grande a la saga, elimina lo que es simplemente convencionalismo y te da libertad para jugar en un mundo muy bonito y lleno de posibilidades y secretos. Un juego con una buena trama (sin pasarse) y unos templos/santuarios muy bien diseñados, distintos y desafiantes.

En fin, que es un juego totalmente imprescindible para los que tengan la consola, un juego de acción y rol que deja que sea el jugador el que se marque los tiempos y las tareas, dando algunas pistas pero sin obligarle a hacer nada.

Pero es ese grandioso juego del que todo el mundo habla? El juego de 10 que desbanca a grandes clásicos? Para mí no. Y creo que no es que el juego no lo sea, es que me pilla ya con un bagaje y unos recuerdos que serán difíciles de superar por bueno que sea el juego.

Breath of the Wild hace estupendamente bien todo lo que tiene, aunque personalmente hubiera preferido una trama algo más trabajada o pequeñas historias en cada pueblo que pudieran interesarme (sí, sé que no es The Witcher III) en lugar de pequeños guiños o historietas algo infantiles (por lo general) con los que perder un poco el tiempo.

El juego tiene, además, uno de esos coleccionables absurdamente largos de conseguir que tanta rabia me dan, y es precisamente el que más parte del % ocupa. Para que os hagáis una idea, con todos los recuerdos, todos los templos, todos los santuarios, todos los enemigos que cuentan para el % y todas las secundarias hechas (y el juego acabado) me he quedado en un mísero 32% del juego, algo que me da mucha rabia, ya que no pienso tirarme otras 80 horas para que acaben por darme un boñigo o para ver crecer la barra de completismo.

Pero bueno, quitando éstos dos o tres pequeños peros (totalmente subjetivos) nos queda un juego sobresaliente, que justifica por sí mismo la compra de una consola (de verdad, el poder jugar a esto en portátil me alucina) y marca un camino para lo que pueda venir en el futuro.

Imprescindible? Sí. Obra maestra? Probablemente. El mejor de la historia? Creo que no, aunque si es vuestro primer Zelda y tenéis entre 16 y 22 años es posible que os lo parezca.

Valoración Personal: 9,8

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