Que el universo Marvel lo está
petando en formato cinematográfico no es ninguna novedad, pero que encima estén
haciendo serie de TV de una calidad incontestable (con Daredevil a la cabeza)
ya empieza a ser una costumbre. Así, de la mano de Netflix, nos llega la serie
de Luke Cage, la tercera del canal de streaming.
Tenemos un protagonista ya
conocido (Luke Cage), alguien que se ha ido de la zona en la que vivía
Y eso es lo que tendremos: un
protagonista que no quiere ser un héroe, pero que intenta hacer lo correcto.
Algo que únicamente le trae problemas cada vez más gordos.
El enfoque de la serie es
evidente: para el público negro de los EEUU, no sólo porque el héroe sea de esa
raza, sino porque transcurre en Harlem, los malos son negros, la música es
eminentemente negra y las referencias… también. Un homenaje constante que
habría que analizar si no cae en el racismo por exceso, pero no os preocupéis,
no será aquí.
La temporada nos trae trece
capítulos, un número excesivamente alto para lo que se nos quiere contar, algo
que se hacía evidente en Jessica Jones y que aquí canta bastante. Quizá con
ocho la cosa hubiera quedado mejor.
Comentada la excesiva duración
(que produce lentitud) hay que decir que la serie está muy bien hecha, con ese
tono de serie buena que caracteriza a la franquicia, ya sea por la post
producción de las imágenes, la calidad de la fotografía o la idoniedad de los
actores.
Personalmente, y aunque es una
serie que me ha gustado mucho, la situaría por detrás de Daredevil y Jessica
Jones. Y lo hago porque los villanos son menos carismáticos (quizá lo peor de
la temporada) y el ritmo más lento.
La misma serie a ocho
capítulos, con un solo villano y centrándose más en el pasado de Luke hubiera
sido de sobresaliente. Tal y como está se queda en el notable.
Valoración Followmytv: 8,08.
PD: La escena de lucha final (y el traje del malo) son de vergüenza
ajena, y más viendo lo que ésta gente ha hecho en sus demás series.
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