lunes, 13 de febrero de 2017

Saint Seiya: The Lost Canvas T1

Saint Seiya es uno de los anime de mi infancia (de esos que acababas por tener todos los juguetes), hasta el punto de que estoy comprando el manga y no hace demasiado revisité entero el manga original. Pero dentro de mi fanboysmo es curioso que nunca me hubiera acercado a productos derivados de la obra original, productos más modernos y que habían gozado de bastante éxito.

Hasta hoy.

Y eso es de lo que os hablaré, de la primera temporada del anime sobre Saint Seoya titulado The Lost Canvas.
Nº Capítulos: 13
Manga Original de: Shiori Teshirogi

Historia: The Lost Canvas nos lleva a vivir las guerras a las que hacen referencia en el manga original, unas guerras sucedidas entre los caballeros de Hades y Atenea que se vienen repitiendo de forma cíclica.

Así, seguiremos la historia de tres niños, unos niños que están destinados a enfrentarse de mayores ya que dos de ellos serán las reencarnaciones de los dioses griegos mientras que el tercero acabará por encarnar al caballero de Pegaso.

Los años pasarán, y la maldad de Hades (ayudada por Pandora) hará que el niño dulce que conocimos en un principio acabe por traer al mundo a sus caballeros y declare la guerra a Atenea con el objetivo de eliminarla.

En ésta primera temporada veremos cómo los personajes se convierten en su destino y cómo deben enfrentarse, eso mientras conocemos a los demás caballeros encargados de defender a cada uno de los dioses.

Es una trama muy sencilla, que basa en la acción y en la presentación de personajes sus dos grandes bazas. Además, la trama queda cortada, con lo que sin ver la segunda temporada tampoco se puede valorar el conjunto del todo. Tal y como está diría que es un shonen típico sin nada que le haga destacar más allá de beber de un manga cláscio.
Personajes: Además de los tres que comentaré más abajo, hay otros personajes de cierta relevancia, aunque como se nos presentan para que combatan y luego el anime se olvide (más o menos) de ellos tampoco creo que merezcan hablar demasiado de ellos. Así, tanto caballeros de oro, bronce o los de Hades.

Temma: Huérfano como Sasha y Alone (con los que se cría) acaba por ser caballero de Atenea con tal de poder proteger a su amiga de infancia. La providencia acaba por darle la armadura de pegaso, caballero mítico en el manga original del que bebe tanto en personalidad como en capacidad para dejar amigos atrás y seguir hacia el enemigo final.

Sasha: La chica destinada a ser Atenea, se la llevaron del orfanato donde vivía con los otros dos para que cumpliera su papel, y más allá de su amor por Temma y Alone me parece un personaje bastante plano.

Alone: Encarnación de Hades, un chico que era todo bondad y disfrutaba mucho con sus amigos y pintando. El despertar de Hades le ha cambiado completamente, convirtiéndole en el Dios del inframundo, alguien capaz de acabar con la creación.

Apartado técnico: Me parce lo mejor de la obra, tanto los diseños de los personajes, el dibujo como la calidad de la animación demuestran que la serie está hecha con mucho mimo, tanto por la obra de la que bebe como para ser un anime de su época (2009).

Cuenta con un dibujo muy estilizado y limpio, y destacan tanto fondos como escenas de acción.

Por el contrario, el apartado sonoro ya me parece bastante más típico y no destaca por nada en particular.
Opinión Personal: Tenía muchas esperanzas puestas en Lost Canvas, y lo que he acabado viendo es una primera temporada que te plantea una historia pero que luego tiene tendencia a perderse en combates entre personajes que tampoco te importan demasiado, apartando el foco de la acción principal.

Esto es algo que una serie larga puede permitirse, pero si tu primera temporada tendrá sólo 13 capítulos lo mínimo que puedes hacer es presentar una trama cerrada y un desarrollo menos disperso, ya que en caso contrario lo único que haces es acabar por sacar al espectador de la acción.

Sinceramente me ha decepcionado, me parece un anime del montón que no sólo no me parece mejor que el original (y mira que objetivamente es malo) sino que no tiene ningún tipo de alma o magia propia que te haga verlo con ilusión.

Veré la segunda temporada porque es cortita y la tengo en Netflix, pero de no ser así sería una obra que olvidaría a la de ya.

No vale la pena.

Valoración personal: 3,5.

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