lunes, 16 de enero de 2017

Stranger Things T1

Más vale tarde que nunca, y es que hoy me pondré a hablaros un poquito de la que ha sido sin lugar a dudas la sorpresa del verano (del 2016, se entiende), una serie de Netflix que ha llegado sin hacer ruido y se ha ido causando sensación.

El argumento es sencillo: en un pueblo en el que nunca pasa nada desaparece un chaval mientras iba desde casa de sus amigos hasta la suya. Desde ese momento veremos desde tres frentes distintos los intentos por saber dónde está el niño.

Una serie con un tinte sobrenatural muy marcado, tirando de los clichés que se llevaban en el cine de los ochenta (al que fusila sin piedad a modo de homenaje) y convirtiéndose por méritos propios en un producto para nostálgicos. Posiblemente sea esa referencia constante a películas como ET, los Goonies, Poltergeist, Ojos de Fuego… multitud de referencias que harán las delicias de los más cinéfilos (y si rondan la cuarentena mejor).

Posiblemente sea esa nostalgia bien entendida lo que ha hecho que la serie haya arrasado tanto, y es que todo nos lleva a esa época: desde la ambientación, los planos, las escenas, la música, la trama… todo está hecho para disfrute de los que vivimos esa época.

Entonces, la serie la pueden disfrutar los que no han vivido esos años? Sí, sin lugar a dudas está lo suficientemente bien hecha y es lo suficientemente buena como para gustar a todo tipo de público, pero también es cierto que no eres el público objetivo.

Los ocho capítulos nos dan tres enfoques distintos según la edad de sus protagonistas.

Para empezar están los amigos del desaparecido, un grupo de freaks de la época que nos recuerdan muchísimo a los Goonies y que, en mi opinión, se llevan las mejores partes de la cinta. No en vano son ellos los que interactúan con Once (una chica misteriosa con poderes que parece relacionada con la desaparición) y van mejor encaminados en la búsqueda. Lástima que el chico negro esté tan mal doblado al castellano, de verdad que se te ponen los pelos como escarpias cada vez que le oyes.

Luego tenemos a los adolescentes, una trama más similar a las de las películas de miedo mezclado con amoríos de instituto. Personalmente creo que es la más floja de todas, siendo bastante sosa en algunos tramos e incluso con una trama algo absurda en otros.

Y para terminar tenemos a los adultos, estando a la cabeza el sheriff del pueblo y la madre del chico. Estos dos creo que son los que mejor papel hacen, con el sheriff a la cabeza. Cada uno de ellos se toma el caso con un enfoque distinto (la madre volviéndose cada más loca y el policía metiéndose más y más en el caso).

En el lado negativo tenemos algunas incoherencias de guion (como las reacciones a la desaparición de la amiga o el cambio radical del novio en la trama adolescente), otras que se podrían haber explotado más (como el papel del padre de Once) y otras que se explotan demasiado (el tema nostalgia está tan presente que como no te guste te puede empachar).

Con todo queda una serie distinta a lo habitual a día de hoy, que termina su trama en ésta primera temporada (aunque la puedan seguir con una segunda, que lo harán) y que da lo que promete: cine ochentero llevado a día de hoy.


Totalmente recomendable.

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