sábado, 19 de noviembre de 2016

Hace un Año CIV... Ocho Apellidos Catalanes

Tenía mucho miedo a ver ésta película, y es que tras las estupendas críticas que recibió la primera la ví y me pareció una película correcta, una buena película del género cómico y romántico pero que tampoco acabó por engancharme. Así que el miedo a la segunda, vistas las críticas… pues era evidente.

Y qué nos encontramos en Ocho Apellidos Catalanes?

Básicamente el argumento viene a ser el mismo, con el chaval de Sevilla yendo a tierra extranjera (en éste caso Catalunya) para conquista a la chica vasca. El motivo de la separación o de porqué va a Catalunya son irrelevantes, el caso es que se planta allí.

Y qué se encuentra? Un pueblo totalmente engalanado que celebra la independencia de Catalunya en el marco de una boda entre la chica vasca y un chaval catalán. Un chaval dependiente de su abuela a la que quiere hacer creer que Catalunya se ha independizado.

Así que ya la tenemos liada para una nueva comedia con gags continuos y referencias a la cultura catalana, vasca, andaluza… un poquito de todos lados de España. Siempre tirando de tópicos.

Y eso es lo que hacía la primera película, quizá con algo más de gracia durante todo el metraje, pero más o menos la idea era la misma y la ejecución similar.

Mi sorpresa fue mayúscula cuando llevaba una hora de película y comentaba con mi mujer que me estaba gustando hasta más que la de los Apellidos Vascos. Lástima que la película remata bastante mal el tramo final.

Porque quitando que el argumento y las bromas están más pasadas de rosca, el tramo final cae tanto que acaba por arruinar un trabajo bastante decente durante el resto del metraje. Quedando un resultado final algo alejado de la primera entrega, pero para nada tan malo como apuntan las notas.

Sobre los actores debo decir que están todos correctos, no hay ninguno que destaque sobre los demás y se limitan a cumplir con su trabajo. Bueno, hay uno que sí que destaca sobre los demás, pero por lo sobreactuado que está en todo momento y ese no es otro que Berto Romero (un cómico que me encanta en su trabajo habitual).

Con esto nos acaba quedando una película entretenida, bastante digna, que va de menos a más y que se basa en chistes sobre tópicos pasados un pelín de revoluciones (algo que en la anterior era menos acusado). Un humor que puede no hacer gracia a todo el mundo, pero que a mí me ha funcionado durante casi todo el metraje.

Es imprescindible? Desde luego que no, pero no es tan mala como la pintan, y si os gustó la primera entrega disfrutaréis de la segunda. En caso contrario ni os acerquéis.

Valoración Personal: 7.

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