martes, 28 de junio de 2016

Bola de Drac #14 a #16

Como os habréis dado cuenta si estáis siguiendo el blog estas últimas semanas, parece que únicamente esté leyendo Dragon Ball. Pues bien, así es XD. Y es por ello que hoy os comento los tomos que van desde el 14 al 16 y que comprenden la saga de los guerreros del espacio.

Para empezar tenemos otro shock de esos que tanto le gusta darnos a Toriyama: un salto de cinco años, Goku de padre (de un chaval al que su madre le tiene la moral comida) y la paz ha dominado el
mundo durante éste tiempo. Reencuentro con los amigos y todo muy bien, hasta que cae una nave espacial y se presenta un tal Raditz diciendo que es hermano de Goku, que pertenecen a los últimos cuatro de su raza y que debería haber exterminado a la humanidad a éstas alturas.

El tipo se las trae, es malo de esos que quieren destruirlo todo si no se hace lo que quieren y combate contra Goku y Piccolo en un combate en el que el primero cae muerto, aunque por suerte consiguen derrotar a su enemigo. Pero pasa una cosa, dentro de un año vendrán sus dos colegas, que parecen ser muchísimo más fuertes que él.

Y ya la tenemos liada: entrenamiento de Goku en el otro mundo, entrenamiento de los demás en éste, y Gohan siendo entrenado por Piccolo en una serie de escenas que demuestran que el tipo verde tiene su corazoncito.

Y luego que toca? Pues luchar contra los dos guerreros que quedaban, batalla épica en la que cae casi todo el mundo, pero entre Goku, Gohan, Krilin y el bueno de Yajirobai acaban salvando el día.

Son tres tomos en los que el número de cosas que pasan ya descienden bastante. El tema aventurero empieza a desaparecer y lo que se lleva es una escalada de poder impresionante entre una saga y la siguiente (además, cuantificable, ya que los malos tienen un cacharro que mide la energía y nos viene a decir que en menos de un año todo el mundo es, al menos, cinco veces más fuerte de lo que era antes).

Lo mejor de la saga es la inclusión de Vegeta, de Kaito y de la mitología universal de Dragon Ball. Desde éste momento la serie sale al espacio, y es que lo que toca en el futuro es ir al planeta de origen de Dios para conseguir unas bolas de Dragón más poderosas con las que devolver a la vida a todos los que han caído en ésta batalla.


Sigue siendo una saga divertida y emocionante, no en vano Toriyama tiene un buen pulso narrativo y sabe añadir nuevas técnicas y unos personajes carismáticos, pero se echa de menos ese ritmo endiablado con combates de veinte o treinta páginas y a otra cosa. Se nota que ha cambiado el enfoque, habrá que acostumbrarse.

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