lunes, 11 de abril de 2016

Sense8 T1

Hoy os traigo una serie un tanto especial, la primera de las recomendaciones de Netflix que me he dignado a ver y que no tenía ni idea de si me iba a gustar o no.

Sense8 es una serie que nos cuenta la historia de ocho personajes distintos, conectados de una forma que no desvelaré a raíz del suicidio de una mujer, que todos ellos ven aunque se encuentren en distintos lugares del mundo.

Así, iremos descubriendo qué es lo que les une y porqué se suicidó la mujer a la par que cada uno de los personajes va desarrollando su propia historia y demostrándonos su personalidad.

Para que os hagáis una idea de lo disparos que son los personajes, tenemos a los siguientes: un policía de Chicado, una blogger de San Francisco, una química de la India, una ejecutiva coreana, una conductor de furgoneta nigeriano, una DJ escandinava, un ladrón alemán y un actor mejicano (interpretado por el español Migue Ángel Silvestre). Todos éstos personajes tienen una trama interesante detrás, y las interconexiones entre ellos no hacen sino mejorar las tramas individuales.

En lo técnico nos encontramos con una serie de colores muy vivos y presupuesto elevado, rodada en todas esas localizaciones y con unas imágenes preciosas. Fotografía perfecta.

Además, la narración es clarísima, contando con escenas de acción o de lucimiento actoral de un nivel altísimo (de lo mejor de éste 2015 pasado).

Pero lo mejor de todo es lo que transmite, la ingente cantidad de sentimientos que nos llegan a través de sus personajes, el auténtico motor de la serie y lo que más llega. Es un gustazo ver cómo los guionistas se han esforzado por hacernos llegar un amplio abanico de emociones (de allí el Sense del título de la serie) y prácticamente siempre con una mirada optimista, por tenso que sea lo que estamos viendo o por mal que lo estén pasando los personajes.

Debo avisar que es una serie que no se corta, mostrando escenas que pueden herir algunas sensibilidades y mostrando sexo casi explícitamente. Habrá a quien éstos dos elementos le tiren para atrás, pero no deberían ser motivo para perderse ésta serie (es algo más puntual que habitual).

Sinceramente creo que estamos ante una de las grandes sorpresas de 2015, una serie que en el momento de escribir esto (noviembre de 2015) no es prácticamente conocida por nadie, pero que estoy convencido que no dejará a nadie indiferente.

El final es cierto que queda demasiado abierto, y más teniendo en cuenta que no sabían si la serie sería temporada para una segunda temporada (que sí), pero vuelvo a decir que el viaje que tendréis durante éstos 13 capítulos de la mano de éstos entrañables personajes vale demasiado la pena como para perdérselo por minucias.


A verla.

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