Qué bien me lo paso con los
tomos de Mashima en los que se dedica a disfrutar sin más, sin intentar ser
trascendente o presentarnos una trama súper compleja. Y éste es el caso de éste
tomo treinta y cuatro de Fairy Tail.
Qué nos cuenta? Pues
básicamente tenemos la continuación del torneo de gremios con unas cuantas
pruebas más y varios combates, que al contrario de lo que viene siendo habitual
en el género se hacen muy rápidos y enseguida estamos a otra cosa.
Y luego está el supuesto
secreto de Fairy Tail mezclado con Zelef, dos elementos de fondo chulos que se
van insinuando pero que de momento quedan en nada.
Un ejemplo perfecto de lo que
un shonen puede intentar ser sin complicarse la vida y ofreciendo lo que
buscamos en ellos: diversión.
Muy chulo.
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