viernes, 3 de abril de 2009

Terry Pratchett - Pirómides

Séptimo libro ya que os comento de la saga mundodisco. Una saga larga, pero que tiene de bueno que puedes pillarte cualquier libro y disfrutarlo por separado, lo pilles por donde lo pilles. Además, una vez acostumbrado al peculiar estilo de Pratchett, se van disfrutando mas (el primero choca y mucho). Bueno, aquí tenéis mis impresiones de éste Pirómides.

Historia: Quien pretenda lo contrario miente miserablemente: ser un faraón adolescente no es ningún trabajo fácil. De entrada, a tu padre se le puede ocurrir la brillante idea de enviarte a estudiar al extranjero; nada menos que a la Escuela de Asesinos de Ankh-Morpork. Luego hay ese tipo de pequeños y molestos detalles como no poder llevar dinero encima, tener que aguantar la presencia de jovencitas desinhibidas que se empeñan en pelar las uvas por ti, o al sumo sacerdote, siempre a mano para interpretar la voluntad de los dioses en cualquier cosa que se te ocurra decir.

No basta con tenérselas que ver con filósofos, esfinges empeñadas en que resuelvas un acertijo, caballos de madera enormes, pirómides -perdón, pirámides- con síntomas de inestabilidad paracósmica, dioses, cocodrilos sagrados con problemas de nutrición, reuniones de ancestros momificados..., no. Por si fuera poco, la hierba se empeña en crecer donde quiera que pises, no paras de soñar con siete vacas flacas y siete vacas gordas (una de ellas tocando el trombón) y, para colmo, eres el responsable de lograr que el sol salga todas las mañanas.


Teppic es un joven que ha decidido irse a estudiar a la Universidad de Asesinos de Ankh Morpok. La cosa está en que él no es un joven normal, es el heredero de un reino ancestral (mas de siete mil años de historia) en el que el faraón es Dios (literalmente) y del que en un momento u otro se tendrá que hacer cargo.

Pues bien, el momento acaba llegando, y tendremos que ver cómo Teppic intenta arreglárselas para cumplir la función que la gente espera de él. En medio de éste berenjenal, hace construir una pirámide para su fallecido padre, pirámide que traerá desastrosas consecuencias.

Como siempre, una trama simple para un libre que busca poca cosa mas que hacernos pasar un buen rato con un desarrollo divertido.

Personajes: Parece mentira la de personajes que llegan a aparecer en el libro, aquí tenéis a unos cuantos, con sus distintas funciones (y sí, sale la Muerte):

Broncalo:
Otro estudiante del Gremio de Asesinos. Ya desde el principio se convierte en amigo de Teppic. Tiene un padre mercader (por lo que sabe muchas cosas sobre contrabando). Un chico confiado y sin ningún complejo.

Dil:
El jefe de los embalsamadores, está muy orgulloso de sus obras, incluso cuando las ve caminando XD.

Dios: El gran sacerdote del reino, durante muuucho tiempo ha sido la voz de Dios (interpretando cosas tan fáciles como: tengo hambre XD). Un hombre con una visión y que ha hecho todo lo posible para que esa visión se hiciera realidad.
Lord Ejemta-ejem: Noble de Djelibeibi. Teppic ha ido de vacaciones a su casa.

Maldito Bastardo: Uno de los personajes mas grandes del libro. Es un camello y el matemático mas grande del mundo XD. El entrar en sus pensamientos no tiene precio.

Ptaclusp (I, IIa y IIb): El I es el padre, un constructor de pirámides (profesión hereditaria) que hecha de menos los viejos tiempos en que todo era mas fácil. IIa y IIb son sus hijos gemelos. Ambos tienen una visión distinta de la construcción, uno desde el punto de vista metafísico y el otro desde el punto de vista contable.

Ptraci: La doncella favorita del antiguo faraón. Tiene un genio bastante distinto al de sus compañeras, cosa que le hace ser sentenciada a muerte. Se hace compañera de Teppic en cuanto éste acude a rescatarla.

Teppicamón XXVII: El padre de Teppic y faraón al empezar el libro. Vivo era un hombre peculiar, aburrido y con unas ideas distintas a las normales (como su creencia de que puede volar). Una vez muerto, ve las cosas de forma bastante mas clara, entre ellas el mal que le hacen al reino las pirámides.

Teppic (Su Grandeza el Faraón Teppicamón XXVIII, Señor de los Cielos, Auriga de Carro del Sol, Timonel de la Barcaza del Sol Guardián del Conocimiento Secreto, Monarca del Horizonte, Protector del Camino, el Flagelo de la Misericordia, el Nacido en Noble Cuna, el Rey que Nunca Muere): El protagonista del libro. Se va del reino para estudiar como asesino en Ankh-Morpok; pero en cuanto el reino le reclama, acude raudo y veloz. Todos los títulos que hay puestos entre paréntesis se los encasquetan nada mas llegar al reino, y pese a que en un principio intenta cambiar algunas cosas, se desanima al ver el caso que le hacen.

Opinión personal: Igual que los seis libros anteriores de la saga, éste se lee de forma independiente a los anteriores (pese a que alguno fuese parte de una subsaga).

No sé si será que me he acostumbrado ya a la forma de escribir de Pratchett, o a que va mejorando a medida que va haciendo mas y mas libros, pero éste Pirómides es mejor que los anteriores.

La trama no es nada del otro mundo, pero el nivel de absurdo es menor, e incluso algunos trozos del libro tienen hasta lógica (retorcida, pero lógica). Y lo que es el nudo principal tiene hasta cierto interés (cosa que no se puede decir de alguno de los otros).

Los personajes tienen su interés, y protagonizan algunas situaciones realmente hilarantes. Y las notas al pie os harán partiros de risa (sobretodo una sobre unos leopardos hiperveloces XD, lol, que grande).

Vamos, un libro en la línea de la saga, pero con un nivel ligeramente mayor. Recomendable para los que hayan disfrutado de los anteriores, y como curiosidad para los que quieran leer algo distinto. Los demás, leed otra cosa.

Valoración Personal: 7.
Nota en Amazon: 8,48.

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